Neradas

Compartir neros. Istmos de complicidad entre amigos que definen situaciones o personas según el momento.
Todo vale para esta palabra que no está en el diccionario.

J.E.

miércoles, 16 de julio de 2008

Vagabundeando


El hombre del sombrero sale el último del bar. Una vez en la calle, aspira el frescor nocturno y se siente poeta. Es la ventaja de no ser y no hacer nada. Uno puede elegir. Se es o no se es. Y cuando no se es, no hay imposibles. A eso lo llama él ociosidad de lujo, vacío que en realidad ocupa todo su espacio. Camina iluminado, iluminado es borracho, y borracho compone y se dedica en voz baja y arrastrada, poemas que va inventando por momentos. El paisaje oscila al compás de sus pasos. Guiña un ojo, y después el otro. -Te engaño, -le dice a la Luna-, te veo y no te veo, y cuando no te veo no existes. Yo soy la noche. En los descampados que bordean mi casa, las ratas corretean a su antojo, entre la podredumbre y la maleza, dando gritos agudos. Gritos que estremecerían a otros pero no a mí, ellas forman parte de mi oscuridad y mi lugar. Ellas son la otra cara, el reverso oscuro de ardillas en jardines. El reverso que también soy yo en otros hombres...

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