Neradas

Compartir neros. Istmos de complicidad entre amigos que definen situaciones o personas según el momento.
Todo vale para esta palabra que no está en el diccionario.

J.E.

miércoles, 30 de julio de 2008

Una carta imaginaria


Es lógico que uno se alimente de lo que sabe le va a sentar bien y elimine lo que pueda hacerle daño. Excepto, claro, cuando se trata del hombre del sombrero. Él sabe lo que le hace bien, y lo que no debería…, pero siempre elige lo contrario a esa lógica rotunda. En una calle que no conoce ha descubierto unos buzones abandonados que todavía conservan su estructura original, esa que tanto le atrae: a medio camino entre un cajón de oficina donde se archivan cartas o documentos ya leídos, y la hilera de huchas mágicas que preceden a las casas, y que en vez de monedas, contienen sorpresas de papel aguardando silenciosas ser abiertas por sus dueños. Asomándose de puntillas, el hombre del sombrero, ha podido comprobar que estos buzones indigentes de calle solitaria todavía reciben la visita del cartero, y le ha fascinado tanto, que en ellos piensa establecer su nueva dirección postal. No sabe para qué, porque no sabe quién le escribirá, y ya no espera nada de nada, ni de nadie, pero a veces, le gusta jugar al absurdo, provocar cosas inesperadas, inventarle vida a los objetos. Por eso, en estos casilleros asidos a una pared absurda, ha colocado su nombre para pasar por ahí de vez en cuando, para ver si recibe algo, para esperar una carta imaginaria que sólo por serlo, intuye podría materializarse...

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