Neradas

Compartir neros. Istmos de complicidad entre amigos que definen situaciones o personas según el momento.
Todo vale para esta palabra que no está en el diccionario.

J.E.

martes, 29 de julio de 2008

Tarde de verano


Estío, verano urbano, asfalto ardiente, calina irrespirable, aire turbio de ventilador en cualquiera de sus revoluciones. Paredes que escuchan, ventanas que hablan desde fachadas cansadas, cortinas que en morse secreto bailan mensajes sigilosos. Todo quema. Ancianos que riegan macetas artificiales, iglesias tristes de ojos azules, verdes y amarillos vigilan tejados de patio de colegio vacío. Palomas que disputan un palmo de agua a ras de suelo y sobras de almuerzos callejeros. Árboles quietos de tarde de julio en la que nada se mueve. Y uno, pegado a su balcón es calor y es verano. Una palmera mira desde arriba con hojas caídas señoras que tienden ropa seca. Calma chicha de fin de mes que envuelve. Sopor de siesta entre tabiques desconchados de edificio de segunda, y mientras tanto...
Se espera el invierno. Se espera un viaje. Se espera una paga. Se espera no se sabe qué. Se espera lo que ya no se espera. Y en esa espera, dejando vagar la mente, pasa esa estación en que todas las cosas quedan detenidas.

No hay comentarios: