Neradas

Compartir neros. Istmos de complicidad entre amigos que definen situaciones o personas según el momento.
Todo vale para esta palabra que no está en el diccionario.

J.E.

lunes, 25 de agosto de 2008

Lunes de mierda


Tras infinitos posicionamientos a lo largo y ancho de la cama, el hombre no puede dormir. En la postura fetal en la que ahora se encuentra el sudor resbala por sus patillas, gotea en el vacío de la barbilla al brazo, y de éste a las sábanas de raso negras que la semana anterior compró en el mercadillo previniendo una cita, que pasado el fin de semana, no ha tenido lugar. Su hijo, aquejado de obesidad infantil, en la misma postura y un poco más abajo, acolchado en su propia grasa, incrustado en su propia carne, suda más que él pegado a sus piernas con la cabeza en sus rodillas. Vistos desde arriba, en el centro del cerco empapado de sus respectivos fluidos, envueltos en ese aura negra, dan la impresión de una masa informe, de materia descongelada en grado inicial de putrefacción, de dibujo infantil creado a partir de un seis y un cuatro cerrado en semicírculo, de huevo de avestruz frito y flambeado.
El hombre mira al gran ventilador blanco que traquetea la mesilla a punto de absorberlo entre sus aspas. Se prepara mentalmente para levantarse de su no siesta, para iniciar el turno de tarde en su no bar. Ese bar del que es el único empleado, ese bar del que está harto. Ese bar al que sólo acuden almas solitarias a pesar del sugerente escaparate preparado para otro tipo de gente. Almas que adheridas a la barra por tiempo indefinido ni siquiera dan pie a una mínima conversación. Ese bar que en vez de llamarse Futuro debería haberse llamado Acuario para peces soñadores, o Contraste entre lo que se pretende y lo que se logra, o Tapadera de a saber qué, o directamente Mierda. El niño, tampoco duerme. Se prepara mentalmente para un nuevo estoque de burla en el colegio. Mientras, lee un cuento que una mujer de los puestos del mercado le ha escrito por un euro.

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